— Che, este año se hacen de nuevo las Tomistas— dijo un Bachi, preocupado porque le tocaba exponer. —¿Y se hacen con las Chabelas? dijo otro no menos informado porque era la primera vez que iba a presenciar esta actividad. —Sí. Y toca reflexionar sobre el Verbo Encarnado, terminó indicando un tercero que estaba al tanto del asunto.
Efectivamente, esa fue una de las particularidades de este año. Ninguno de los alumnos presentes, tanto de 3º, como de 4º (quienes son los que les toca exponer), y ni siquiera los de 5º, había participado de las Jornadas Tomistas Juveniles, ya que la última había sido en el año 2019. Todo un desafío por delante.
El fin de las Jornadas Tomistas Juveniles, no se agota en los primeros contactos con los textos de Santo Tomás, que tanto bien hacen de por sí; sino en tratar de responder muchos planteos o interrogantes que hace el mundo hoy a la luz del Aquinate. El afán es que los chicos tomen conciencia que lo que estudian tiene una resonancia en la vida presente.
El ciclo de las Jornadas está divido en un trienio: 1º Dios, 2º el hombre y 3º Cristo. Los temas se dividieron por grupos y la preparación de la exposición llevó varios meses.
Durante tres días nuestros alumnos pudieron reflexionar sobre las cuestiones principales que giran en torno al Verbo Encarnado. La mañana se abría con una conferencia inaugural del sacerdote encargado donde explicaba —anticipaba— lo que los alumnos expondrían durante el transcurso de esa jornada. Al mediodía el sacerdote reunía a modo de conclusiones o aplicaciones, lo que se fue viendo, aprovechando a aclarar o evidenciar más aún los temas sobresalientes.
Fue muy edificante ver el deseo de aprender y de entender incluso algunos puntos difíciles de la doctrina. Abundaron para sorpresa y alegría de muchos la cantidad de preguntas y planteos, que se hicieron, con los infaltables festejos o aclamaciones de los Bachis o de las Chabelas según la objeción era planteada al uniforme Bordó o al uniforme Verde.
Este tipo de experiencias terminan resultando muy formativas, ya sea por el mismo hecho de exponer delante de todos, por la lectura de algunos artículos de la Suma o por el esfuerzo de resolver o elaborar una objeción.